sábado, 21 de mayo de 2011

La hija mayor de Zapatero, entre "los indignados" de Sol



La Puerta del Sol, la plaza más céntrica de Madrid, el “kilómetro cero” de todo el país, continúa hoy invadida por centenares de personas, desafiando la prohibición oficial de concentrarse a falta de tres días para las elecciones regionales y municipales del próximo domingo. Entre los concentrados, Laura Rodríguez Espinosa, hija mayor del presidente del Gobierno, quien se ha sumado al coro de voces que recrimina a la casta su responsabilidad en la crisis económica y la corrupción política.
Fuentes de ‘Jóvenes contra la Hipocresía’ señalaron a nuestra redacción que la hija del presidente del Gobierno colabora en el montaje de nuevas carpas para dar cobijo a los que llegan para pasar la noche, todo ello bajo la ‘mirada’ del rey Carlos III, desde su estatua ecuestre, y de la actriz Paz Vega desde un enorme mural publicitario.
A pocos metros de ella, Mario Galindo, uno de los portavoces de la “Acampada Sol”: “Estamos aquí porque los políticos no hablan para nosotros; nuestra voz no ha sido escuchada porque ellos estaban en sus propios procesos de especulación, de enriquecimiento personal”. “Que hablen los políticos -añadió- mientras nosotros gestionamos de forma participativa un movimiento que los cuestione por robarnos la posibilidad de ser ciudadanos libres y condenarnos a un trabajo precario”.
En cualquier rincón de la plaza, el trabajo sigue frenético. Los pintores de pancartas no paran: “Si te compras una vida nunca terminarás de pagarla”, “Generación ni-ni, ni PSOE, ni PP”, en alusión a la frase hecha popular con respecto a los jóvenes que ni estudian ni trabajan y a los dos partidos mayoritarios en España, PSOE y PP.
‘Okupa’ En Sevilla
No es la primera vez que la hija mayor de Zapatero toma derroteros distintos a los que desearía el jefe del Ejecutivo. A su pose gótico con la familia Obama, causa de indignación en medios diplomáticos norteamericanos, siguió la noticia el pasado verano de su marcha de la Moncloa para convivr con su antigua pareja en una casa ‘okupada’ de Sevilla. Algunos medios contactaron entonces con el departamento de comunicaciones de Presidencia del Gobierno para contrastar la información. La respuesta fue escueta y contundente: “Sobre la vida familiar y privada del presidente del gobierno no sabemos ni queremos saber nada”.
Tras una denuncia presentada contra los ‘okupantes’ por el dueño del edificio, los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado se personaron en el inmueble, pero evitaron actuar. Órdenes de arriba lo prohibieron. Parece que convencieron a la hija antisistema del presidente para que depusiera su actitud y volviera a Palacio, cosa que finalmente hizo. No hubo denuncias ni detenciones. Cosas del talante. Presidencia del gobierno, como siempre, ni afirma ni desmiente.

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