Es el último cartucho que le queda a la izquierda abertzale para colarse en las instituciones vascas y navarras tras las elecciones municipales del 22 de mayo: un partido que “rechaza y se opone al uso de la violencia o la amenaza de su utilización para la consecución de objetivos políticos, incluyendo la violencia de ETA si la hubiera, en cualquiera de sus manifestaciones”, en palabras de su dirigente Rufi Etxeberria.
Los batasunos apuran sus opciones para estar presentes en la cita con las urnas con un nuevo partido que piensan inscribir en el registro del Ministerio del Interior el miércoles y que este lunes presentaron en sociedad, acompañados por representantes del PNV, Aralar, Eusko Alkartasuna, EB (la marca de IU) y Alternatiba.
Por lo pronto, tanto el Gobierno como el PP ya han mostrado su oposición. “Una declaración jurídica más o menos hábil no les servirá”, les advirtió a los batasunos el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui.
Los estatutos del nuevo partido de la izquierda abertzale rechazan todo tipo de violencia “sin ambages”, incluida la de ETA, y suponen “una ruptura” con los modelos organizativos y vínculos de dependencia del pasado. Según indicó el abogado Iñigo Iruin durante el acto, no se trata de “una reconstitución o refundación de organizaciones ilegalizadas, sino de materializar una línea de separación de una indubitada ruptura respecto de ellas”.
En su intervención en el Palacio Euskalduna de Bilbao, donde se encargó de explicar los estatutos del nuevo partido, indicó que este proyecto político supone “la ruptura con los modelos organizativos y formas de funcionamiento de las que se ha dotado este espacio social y político en el pasado y, por tanto, con los vínculos de dependencia que tenía”. “Se trata de impedir su instrumentalización por organizaciones que practiquen la violencia o por partidos políticos que fueron ilegalizados por razón de su connivencia con ella”, añadió.
La nueva formación, señaló, se constituye conforme al “canon de legalidad ordinaria y constitucional”, configurado por el artículo 6 de la Constitución española, la ley orgánica de Partidos Políticos y la jurisprudencia del Tribunal Supremo y del Constitucional.
El nuevo partido de Batasuna presentará una novedad este año. Por primera vez la formación tendrá un Congreso como máximo órgano, así como una Asamblea Nacional, una Ejecutiva y un secretario general y contará con afiliados, figuras todas ellas inexistentes en Batasuna y sus antecesoras.
Los batasunos apuran sus opciones para estar presentes en la cita con las urnas con un nuevo partido que piensan inscribir en el registro del Ministerio del Interior el miércoles y que este lunes presentaron en sociedad, acompañados por representantes del PNV, Aralar, Eusko Alkartasuna, EB (la marca de IU) y Alternatiba.
Por lo pronto, tanto el Gobierno como el PP ya han mostrado su oposición. “Una declaración jurídica más o menos hábil no les servirá”, les advirtió a los batasunos el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui.
Los estatutos del nuevo partido de la izquierda abertzale rechazan todo tipo de violencia “sin ambages”, incluida la de ETA, y suponen “una ruptura” con los modelos organizativos y vínculos de dependencia del pasado. Según indicó el abogado Iñigo Iruin durante el acto, no se trata de “una reconstitución o refundación de organizaciones ilegalizadas, sino de materializar una línea de separación de una indubitada ruptura respecto de ellas”.
En su intervención en el Palacio Euskalduna de Bilbao, donde se encargó de explicar los estatutos del nuevo partido, indicó que este proyecto político supone “la ruptura con los modelos organizativos y formas de funcionamiento de las que se ha dotado este espacio social y político en el pasado y, por tanto, con los vínculos de dependencia que tenía”. “Se trata de impedir su instrumentalización por organizaciones que practiquen la violencia o por partidos políticos que fueron ilegalizados por razón de su connivencia con ella”, añadió.
La nueva formación, señaló, se constituye conforme al “canon de legalidad ordinaria y constitucional”, configurado por el artículo 6 de la Constitución española, la ley orgánica de Partidos Políticos y la jurisprudencia del Tribunal Supremo y del Constitucional.
El nuevo partido de Batasuna presentará una novedad este año. Por primera vez la formación tendrá un Congreso como máximo órgano, así como una Asamblea Nacional, una Ejecutiva y un secretario general y contará con afiliados, figuras todas ellas inexistentes en Batasuna y sus antecesoras.
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